Escuchando la experiencia
Bicheando la Ruta de Arroyomolinos de León ,a la cumbre de la Media Legua, provincia de Huelva y saliendo del pueblo ,una naturaleza impropia de la zona, por ser una localidad con pocas precipitaciones, me abruma.
El arroyo del abismo, de poco cauce pero muy bien aprovechado por el hombre, convierte la primera parte de mi camino en un rico vergel para la vista.
Estando algo perdido, al principio, me cruzo con un hombre al que le pregunto si voy bien .Me mira con cara extrañada y casi me lía más con su indicaciones; tiene ganas de charlar y, yo también. Forma parte de la ruta, de la vida...escuchar a personas con mas experiencia que uno .
Lleva un haz de cañas y le acompaña un chucho.
Se llama Manuel.
Observo que Manuel tiene los dedos de las manos torcidos.
- ¿Reuma, artritis? Le pregunto.
- No!. Estuve trabajando en Kuwait en una refinería de petróleo allá por la década de los 70. Hubo una explosión. Me quemé 55% de mi cuerpo ,quemaduras de tercer grado.
Manuel tiene 75 años y, seguramente emigró buscándose un porvenir mejor.
Hablamos del campo; dice que no es como cuando era joven.
- Ya casi no se ven animales, ni se escuchan pájaros.
- Y setas?( le pregunto).
Manuel me contesta:
- Las setas son otra cosa!. Antiguamente la gente llevaba sacos tupidos, ahora ya es necesario llevar cesta(por las esporas)
Hago una pausa y le pregunto (tontamente)
- Nos lo estamos cargando?
Y contesta
- Os lo estáis cargando!
A veces escuchando a gente como Manuel sencilla de campo , o más ilustrada como Joaquín Araujo (naturalistas ambos) a uno le invade invade una viscosa y triste sensación pesimista.
Todos piensan que ya vamos tarde pero que no podemos seguir maltratando el medio ambiente.
No podemos dar la espalda a una realidad cada vez es más obvia y que necesita que se actúe urgentemente.
A veces pensamos es algo ajeno a nosotros.
Nosotros también somos Naturaleza.
No hay coherencia, no tiene sentido. Cuando se maltrata el Medio Ambiente se maltrata al ser humano.
Me encontré otra vez a Manuel el día que guiaba yo la excursión.
Desde la otra ribera del río, oigo una voz que me llama
- A dónde vas!?
- A la cumbre de la Media Legua, Manuel!
- Vas al revés!( dice)
- Vamos a hacerla al revés Manuel, para aprovechar la última parte por la ribera derecha, que es más fresca
- A ver si nos vemos! (Saluda con el bastón en alto)
Parecía que nos estaba esperando....
El arroyo del abismo, de poco cauce pero muy bien aprovechado por el hombre, convierte la primera parte de mi camino en un rico vergel para la vista.
Estando algo perdido, al principio, me cruzo con un hombre al que le pregunto si voy bien .Me mira con cara extrañada y casi me lía más con su indicaciones; tiene ganas de charlar y, yo también. Forma parte de la ruta, de la vida...escuchar a personas con mas experiencia que uno .
Lleva un haz de cañas y le acompaña un chucho.
Se llama Manuel.
Observo que Manuel tiene los dedos de las manos torcidos.
- ¿Reuma, artritis? Le pregunto.
- No!. Estuve trabajando en Kuwait en una refinería de petróleo allá por la década de los 70. Hubo una explosión. Me quemé 55% de mi cuerpo ,quemaduras de tercer grado.
Manuel tiene 75 años y, seguramente emigró buscándose un porvenir mejor.
Hablamos del campo; dice que no es como cuando era joven.
- Ya casi no se ven animales, ni se escuchan pájaros.
- Y setas?( le pregunto).
Manuel me contesta:
- Las setas son otra cosa!. Antiguamente la gente llevaba sacos tupidos, ahora ya es necesario llevar cesta(por las esporas)
Hago una pausa y le pregunto (tontamente)
- Nos lo estamos cargando?
Y contesta
- Os lo estáis cargando!
A veces escuchando a gente como Manuel sencilla de campo , o más ilustrada como Joaquín Araujo (naturalistas ambos) a uno le invade invade una viscosa y triste sensación pesimista.
Todos piensan que ya vamos tarde pero que no podemos seguir maltratando el medio ambiente.
No podemos dar la espalda a una realidad cada vez es más obvia y que necesita que se actúe urgentemente.
A veces pensamos es algo ajeno a nosotros.
Nosotros también somos Naturaleza.
No hay coherencia, no tiene sentido. Cuando se maltrata el Medio Ambiente se maltrata al ser humano.
Me encontré otra vez a Manuel el día que guiaba yo la excursión.
Desde la otra ribera del río, oigo una voz que me llama
- A dónde vas!?
- A la cumbre de la Media Legua, Manuel!
- Vas al revés!( dice)
- Vamos a hacerla al revés Manuel, para aprovechar la última parte por la ribera derecha, que es más fresca
- A ver si nos vemos! (Saluda con el bastón en alto)
Parecía que nos estaba esperando....