La Fuerza de la Naturaleza
Caminando "MyWay" con mi hijo Daniel, por los acantilados de la Costa Vicentina , cerca de Sagres, pretendemos llegar a un cañón que se ha formado naturalmente por la fuerza de los elementos, a lo largo de millones de años.
Mi cuerpo y mi mente ofrecen una perezosa resistencia a la hora de arrancar a andar. Siempre me ocurre; es como si no tuviera memoria y cualquier sendero se convirtiera, cada vez, en una aventura difícil; una pequeña Odisea.
Poco a poco avanzamos y esa oposición va desapareciendo. Se disipan los miedos y la memoria se recuperara. La naturaleza extrema(viento racheado, niebla, mar infinito y frio)y el paisaje duro de estratos retorcidos, dunas fosilizadas y rocas calizas y arenisca van traspasando mis sentidos, mi mente. No hay ya diferencias entre lo que mis ojos ven y lo que mi mente siente.
Con el lento pero, ya seguro caminar, esos elementos, no se ven como un enemigo al que doblegar. Cuando la razón entiende que no hay adversario si no que la Naturaleza es como nuestra propia mente, ocurre lo lógico: la comunión. Esa alianza es pura Consciencia.
En realidad ,es lo mismo, tomas conciencia de que estés como estés en cada momento es lo correcto. Como el mar (revuelto, indómito, calmadao...), el viento (azotante,cálido, a ráfagas, fresco...), o la tierra (agreste, suave, fértil, abrupta...).
Se trata , pue, de aquietarse, sentir los elementos, asentarse,observar, respirar y fundirse en un todo.
Es como si ese maremagnum se fusionara con tu pensamiento y se emulsinara formando una balsa acodedora, tranquilizadora.
Te transformas en una montaña fuerte e incólume en cuyas faldas se asienta una laguna plácida y amable. Tu mente está preparada para afrontar cualquier contratiempo porque, se da cuenta de que cada momento es como es y , está bien.
Mi cuerpo y mi mente ofrecen una perezosa resistencia a la hora de arrancar a andar. Siempre me ocurre; es como si no tuviera memoria y cualquier sendero se convirtiera, cada vez, en una aventura difícil; una pequeña Odisea.
Poco a poco avanzamos y esa oposición va desapareciendo. Se disipan los miedos y la memoria se recuperara. La naturaleza extrema(viento racheado, niebla, mar infinito y frio)y el paisaje duro de estratos retorcidos, dunas fosilizadas y rocas calizas y arenisca van traspasando mis sentidos, mi mente. No hay ya diferencias entre lo que mis ojos ven y lo que mi mente siente.
Con el lento pero, ya seguro caminar, esos elementos, no se ven como un enemigo al que doblegar. Cuando la razón entiende que no hay adversario si no que la Naturaleza es como nuestra propia mente, ocurre lo lógico: la comunión. Esa alianza es pura Consciencia.
En realidad ,es lo mismo, tomas conciencia de que estés como estés en cada momento es lo correcto. Como el mar (revuelto, indómito, calmadao...), el viento (azotante,cálido, a ráfagas, fresco...), o la tierra (agreste, suave, fértil, abrupta...).
Se trata , pue, de aquietarse, sentir los elementos, asentarse,observar, respirar y fundirse en un todo.
Es como si ese maremagnum se fusionara con tu pensamiento y se emulsinara formando una balsa acodedora, tranquilizadora.
Te transformas en una montaña fuerte e incólume en cuyas faldas se asienta una laguna plácida y amable. Tu mente está preparada para afrontar cualquier contratiempo porque, se da cuenta de que cada momento es como es y , está bien.